Muchas ciudades en el mundo están padeciendo por la escasez de agua. Ciudad del cabo está nominada a quedarse sin agua, donde las presas no dan para más. En el 2025 dos tercios de la población mundial sufrirán esta terrible situación de sequía.
Por Jeylen Mixan Portocarrero
Ciudad del Cabo, la primera gran urbe que se quedaría sin agua, debido al crecimiento demográfico y a la escasez de lluvias en estas zonas del planeta. Los últimos meses han sido complicados para esta ciudad sudafricana, ya que el gobierno implantó normas estrictas para el cuidado y consumo del agua, donde una persona está destinada a consumir 50 litros de agua al día, esta es una normativa que se viene ejecutando desde el 1 de febrero del 2018.
El planeta tierra está compuesto por un 30% de superficie sólida y el 70% restante es agua, dentro del cual el 2.5 % es agua dulce, y el 97.5% es salada. Un promedio del 70% del agua dulce está congelada en glaciares, y el resto en la humedad del suelo o se encuentra en profundidades de la tierra, en las capas acuíferas inaccesibles para el hombre. A nivel planetario, menos del 1% del agua dulce está disponible para el consumo humano.
Se promedia que en el 2025 dos tercios de la población mundial, tendrá mayores probabilidades de vivir sin agua, en países con una escasez moderada o severa; pero afortunadamente esto tiene una alternativa de solución, y dependerá mucho de todo la población del planeta, lo más importante será la buena utilidad y protección del este líquido vital, de no tomar responsabilidad, las consecuencias serán lamentables, ya que el agua es el principal ingrediente de vida.
El estrés hídrico, es uno de los fenómenos más temidos por la humanidad, esto sucede cuando el consumo del agua es mayor a la cantidad disponible, significa que no habrá agua suficiente para todos. Muchas ciudades se encuentran en esta larga lista de escasez del agua, debido a la irresponsabilidad social; ya que existen muchos ríos contaminados, lagos destruidos y la utilidad del agua no es controlada, si se llega a corregir todos estos errores, el agua volverá a su nivel propicio.
El mundo no está listo para un “día cero”, como se le llama a ese triste y oscuro día en que las presas de agua no producen más, y las últimas gotas se hunden en la arena para ya mas no volver a correr por el caudal del río, dejando ciudades perdidas en el desierto, contra un sol abrasador, donde el cuerpo se debilita y muchas personas mueren de sed, esto debe traer consigo conciencia y responsabilidad.