El Perú es uno de los países que está pasando malos momentos, en varios de los ámbitos, esto significa que la sociedad no tiene aporte voluntario.
Por Jeylen Mixan Portocarrero
El tiempo no se detiene, y todo va aconteciendo; en este lapso, muchas cosas pierden el control, se complican las oportunidades, los derechos ya no se respetan, pero tampoco se cumplen los deberes; razones suficientes para entender la fuerte caída social, un enigma que fue anunciado, pero nunca se respetó, lo que se decía. Esto ha dado paso a sufrir grandes pérdidas, no monetarias, pero sí de valores primordiales, los cuales deberían prevalecer siempre en una sociedad.
“Los días no están muy claros, como para desear observar las estrellas; no todo está perdido, pero si se encuentra en una situación precaria; momentos tristes, un poco ingenuo en veces, pero esto no se puede solucionar de la noche a la mañana”.
La actualidad es complicada de entender, al mismo tiempo, se hace difícil gestionar, porque el camino de la gloria social, no puede ser hecho por una sola persona; aquí es importante la participación masiva, la cual ayuda a brindar múltiples ideas, variadas críticas, correcciones, mejoramientos, sustentos, etcétera. Todas estas cualidades se puede lograr, pero no de manera inmediata, sino llevando un lento procedimiento, pero con mucha exactitud.
La reacción social no es un problema, cuando se hace de manera lógica e inteligente; pero si se convierte en un problema grave, si empezamos a descalificarse entre miembros de un mismo grupo social, esto da paso a la discriminación, al racismo, a los enfrentamientos políticos, a las falsas informaciones, que connotan a un decaimiento colectivo.
Los días no están muy claros, como para desear observar las estrellas; no todo está perdido, pero si se encuentra en una situación precaria; momentos tristes, un poco ingenuo en veces, pero esto no se puede solucionar de la noche a la mañana; ya que no son temas tan simples, como ciertos personajes, llamados líderes ilógicamente, dicen que esto es normal; pues es mentira que esto sea normal, no abrir los ojos, no creo que sea algo natural; pero claro, favorece mucho a aquellos que tienen sus propios intereses, no en favor social, al contrario en infección social.
Horas de horas se publican, comparten, comentan, critican, sancionan, exterminan, etcétera. Tantas palabras que podrían resumir, los días de augurio que están viviendo los ciudadanos, una caótica situación mental y física. Puede ser este el momento, del sueño más profundo de la sociedad, donde no quiera despertar, porque simplemente la noche anterior, se “embriagó”, de falsa política, economía retocada, noticias indiferentes, educación antigua, y tantas otras afirmaciones.
El país a veces pierde su ritmo, no es porque así lo quiere, si no que los conductores principales de esta nave, no hacen bien su trabajo; pero aquí, no tan solo se tiene que culpar a las autoridades gubernamentales, de los diferentes ámbitos; así como nacionales, regionales, provinciales o locales. Todos tenemos la misma culpa, porque nos conocemos bien, que nos gusta ser corruptos, el morbo nos encanta, el romper reglas es pan de cada día, así como faltar el respeto u olvidar nuestras responsabilidades.
Existen características que nos hacen diferentes entre ciudadanos, porque si todos seriamos uniforme, pues todo sería aburrido, eso es lógico. Pero la existencia de cualidades negativas, hacen la distintiva, pero en contra. Porque el hablar cosas sin comprobar, el matarse, el discutir, entre nosotros mismos, este ya es un deporte; he ahí se puede ver claramente, que somos enemigos entre nosotros mismos, pero lo malo es que, no nos gusta aceptarlo, y en muchos casos, siendo testigos de lo anunciado.